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Sal, la clave para obtener agua blanda

La sal es el insumo fundamental para el funcionamiento de los descalcificadores o comúnmente conocidos como ablandadores de agua.

Los ablandadores reducen el calcio del agua convirtiendo el agua dura en agua blanda. De esta manera no solo protegen electrodomésticos y el desgaste prematuro de manera fiable, sino que además contribuye a suavizar notablemente la piel, el cabello, la ropa.



Sin embargo, los descalcificadores tradicionales solo funcionan de manera eficiente si se les suministra regularmente sal de regeneración. Sin ella, el rendimiento y la vida útil de su ablandador se reducirán considerablemente.


Aquí resolvemos algunas de las preguntas más frecuentes:


¿Por qué se utiliza sal con los ablandadores?

Los ablandadores extraen del agua las sustancias responsables de la dureza que generan la formación de incrustaciones de cal en tuberías y electrodomésticos. El sistema funciona mediante una resina especial que retiene los iones de calcio y magnesio causantes de la dureza en el agua y las sustituye por iones de sodio. Una vez que la resina agota su capacidad de absorción, debe regenerarse para recuperar su capacidad y seguir funcionando. Para esto es necesario soltar la cal incrustada de la resina. En este proceso se logra incorporando sal que disuelve la cal en la resina para dejarla libre y seguir absorbiendo los minerales que provocan la dureza.

Para garantizar el buen funcionamiento del equipo descalcificador se requiere un mantenimiento periódico que consiste en la reposición de sal. Sin la adición regular, las regeneraciones serán ineficaces, el intercambio iónico no funcionará de forma correcta y el agua no se descalcificará. El resultado es cal presente en el agua del grifo, lo que puede afectar a los electrodomésticos que utilizan agua y acortar su vida útil. Solo cuando la resina se vuelve a suministrar con sal y se ha formado una salmuera, el sistema de agua blanda reanuda su funcionamiento.



¿Puedo usar sal de mesa convencional?

No. no se debe reemplazar la sal regeneradora por sal de mesa convencional, porque presenta un tamaño de grano diferente y cuenta con aditivos que pueden comprometer el rendimiento del ablandador.




¿Cuándo y con qué frecuencia se debe rellenar la sal?

La cantidad de sal que requiere un ablandador depende de los siguientes factores:

  • Consumo de agua

  • Capacidad y consumo de sal del equipo

  • Nivel de dureza de partida del agua a tratar y ajuste del nivel de dureza final

La frecuencia con que deberá rellenar la sal dependerá de la capacidad de su recipiente de sal.

¿El agua resultante queda con sabor a sal?

No


Debido a la adición de sal para el proceso sal de regeneración debe considerarse un factor residual presente en el agua. Pero ¿es perjudicial este nivel de concentración de sodio en el agua para el consumo humano?

Efectivamente el valor de sodio en el agua aumenta al restar dureza mediante el descalcificador. . Por cada grado de dureza eliminada aportamos al agua 4,35 mg de sodio por litro aproximadamente.

Si como referencia consideramos una dureza de red en torno a los 200mg/l, y dejándola en 50mg/l supondría un aporte de sodio al agua de 150 mg por litro. Consierar que el nivel de sodio en un agua no descalcificada tiene un valor aproximado de 18 mg por litro.


Respecto a las normativas que regulan el nivel de sodio en el agua tenemos

En Europa: RD 140/2003 “, documento consensuado por el Ministerio de Sanidad y consumo y las CCAA, aprobado el 9 de Marzo de 2005, determina como límite 650 mg/L. Mientras tanto en Chile la norma NCh409 no tiene reglamentado un valor.

Por su parte, la OMS recomienda no ingerir más de 2.500mg en adultos y entre 1.200 a 1.600 mg para niños menores de 7 años a 10 años respectivamente.

Para tener una referencia de algunos de los alimentos según su concentración en sodio:

  • 100 gr de atún en lata: 310 mg

  • 100 gr de palomitas de maíz: 356 mg

  • 100 gr de tomate en conserva: 420 mg

  • 100 gr de queso cheddar: 620 mg

  • 100 gr de patatas fritas de bolsa: 656 mg

  • 100 gr de salchichas de pavo: 878 mg

  • 100 gr de embutido: 1235 mg

Es decir, la principal fuente de cloruro y sodio son los alimentos, a través de la sal. El cloruro y el sodio ingeridos a través del agua de consumo representan sólo un 2% del total ingerido.

En resumen, es importante que la instalación de un descalcificador tenga un buen dimensionado y sea de bajo consumo para optimizar el consumo de sal y agua. Es importante tener en cuenta que un descalcificador nos ofrece una solución efectiva para la disminución de dureza como tratamiento de agua de entrada, pero no necesariamente se debe de considerar como tratamiento final. Si queremos mejorar el agua para consumo y evitar otros factores presentes en el agua como, cloro, detergentes, sedimentos, etc.., se puede complementar este tratamiento con purificadores que se instalan bajo el lavaplatos y tratan el agua directamente en el grifo como los equipos en base a ósmosis inversa (AQA SOURCE) o purificadores y mineralizadores de Magnesio (Aqa Drink).


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1 Comment


iptv-cristian
Aug 27, 2021

Hola, viendo la información me parece más a una realidad española, pero en Chile las condiciones de la dureza del agua son mas elevadas, superiores a 200 ppm. En la ciudad de Santiago tenemos un promedio de 450 ppm y en la zona poniente y nor-oriente (Colina, Batuco, Lampa) de los 700 a 800 ppm; entonces el valor de incremento del sodio será mayor.

Otro detalle que no se informa en este literatura es que el agua descalcificada al quitarle la cal y magnesio se le cambia su composición y se torna Corrosiva y por experiencia puedo decir que fui afectado en las tuberias de cobre en el agua caliente......y que se hace para evitar este problema al instalar un…

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